La editorial Debolsillo nos trae a Christine Féret-Fleury, una francesa que escribe tanto para adultos como para jóvenes, y su increíble historia La chica que leía en el metro. En una edición especial, con ilustraciones de Nuria Díaz, encontramos 257 páginas de amor por los libros.

Cada día Juliette toma el metro para acudir a su trabajo en una inmobiliaria. Cada día observa los gustos literarios de los habitantes de París y, cada día, a través de sus lecturas, imagina la vida que llevarán. Sin embargo, una mañana decide bajarse dos paradas antes de su estación y se encuentra a Zaida. De la mano de la niña, Juliette se adentra en su hogar y conoce a Solimán, el padre de la pequeña. A partir de ese instante, el modo de ver el mundo de Juliette se transforma y los libros se convierten en sus nuevos compañeros.
Casi todo lo escrito en las líneas superiores lo podrás encontrar, lector, en la solapa de esta edición. Y esto es así por un motivo: en este libro, aunque pueda parecer extraño en un primer momento, lo importante no es el argumento, sino los sentimientos. No importan los motivos que llevaron a Juliette a transformarse, tan solo que esto ha ocurrido y no hay vuelta atrás. Olvídate de su pasado y su futuro. Ni siquiera te preocupes de su presente. Solodisfruta con cada palabra que este bellísimo libro te transmite. No existe nada más que el amor por la literatura.
Con una escritura tranquila, La chica que leía en el metro te hace creer de nuevo: creer en las personas, en la felicidad, en que todo puede pasar… en los libros. Las letras se juntan para dar forma a pensamientos como estos:
Como las palabras que Zaida había recortado letra a letra y luego había pegado en la cubierta de su libro, mejor dicho de sus libros, todos los que le gustaban, como le aclaró.
—Porque se tarda mucho en explicar por qué te gusta un libro. Y yo no siempre lo consigo. Hay libros que cuando los he leído me siento… así. Dentro de mí se remueven algunas cosas. Pero no puedo mostrarlas. De esta forma lo digo y la gente solo tiene que intentarlo.
Pues, siguiendo precisamente lo que la pequeña tan brillantemente ha señalado: al leer esta historia me he sentido… así. Amor, paz, felicidad, ilusión… Difícil encontrar los términos, pero sencillo encontrar las respuestas, porque en los libros se encuentran todas ellas, al menos, todas las que necesitas, aunque tú aún no lo sepas.
Si amas los libros, simplemente abre esta historia y déjate abrigar por sus palabras. Apaga el móvil, cierra las puertas y comienza la lectura. Después, sonríe.
Ficha técnica:
Título: La chica que leía en el metro (edición ilustrada)
Autor: Christine Féret-Fleury. Ilustraciones de Nuria Díaz
Editorial: Debolsillo
N.º de páginas: 257
—Usted es… forma parte de un… grupo, bueno, de una especie de secta, ¿no es eso?
[…]
—No —contestó Juliette en tono firme, con una firmeza que le extrañó a ella misma—, no soy de una secta. Me gustan los libros, eso es todo.
Habría podido añadir: “No siempre me gustan las personas”.